Por fin, ya los he terminado, los brochecitos.
Solo me falta meterles en la maletitas sus cositas personales y a volar hacia Segovia.
He querido plasmar esa sonrisa incondicional que nos regalan estos niños cuando los vemos en documentales e informativos a pesar de las necesidades que tienen .
Y para la persona que quiera comprarlos
que lleve esa sonrisa inocente siempre acompañandola y sabiendo que ha colaborado para que estos niños no la pierdan, aportando una " pizquilla" de alergria en sus duras vidas.
Ojala, consigamos muchas aportaciones.
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Son muy simpáticos, espero que los compre mucha gente para ayudar a los niños de África.
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